El @Juan_bimba ha crecido y vivido envuelto en generalizaciones que de alguna manera u otra ha estructurado nuestra idiosincrasia. Pero se están dando conatos que desmontan por completo ese teatro dilatado de bondad, buena vibra y ciudadano ejemplar.
Un elemento de moda es la migración. La situación ha cambiado, y hoy el venezolano es el migrante. Aunque no es un hecho aislado, sí es una migración un tanto singular. Hace un par de años las cifras asoman números interesantes, hablando de porcentajes de migrantes de estratos sociales medios y altos, y sus elevadas condiciones en su destino. Por otra parte, hoy se habla de porcentajes de migrantes de estratos más bajos, en disminuidas condiciones -económicas, sociales y legales-. Este fenómeno ubica al venezolano del otro lado de la cerca.
Es frecuente leer y escuchar al @Juan_bimba que emigró, quejarse de maltratos y xenofobia por parte de los residentes y nacionales de esos destinos. Es común la queja de lo difícil que es legalizarse en otros países, los procesos para trabajar, encontrar alquiler, el clima, la comida, las tradiciones, etc. Entonces, se derivan afirmaciones que en Venezuela hubo movimientos migratorios de diversas nacionalidades (cierto), que Venezuela fue un paraíso para el migrante (verdad a medias), y entre otras afirmaciones que involucran la bondad, el recibimiento y mente abierta del @Juan_bimba. Sin embargo, la verdad es que el venezolano se maltrata entre sí, imagina al inmigrante. Pero aquí, quiero hablar de los tipos de inmigrantes; están los gringos, que a estos se tratan desde alfombras rojas y “jaladera de bola”; están los europeos, todos son musiú y son objetivos de “chalequeos” sin una intención infernal, pero tampoco de gozan de benevolencia; están los asiáticos, que independientemente de su origen todos son “chinos” y estos calan en mundo real por la naturaleza de sus negocios -comida China y cervezas frías y baratas- aunque hoy hay una élite asiática que no parecen migrantes comunes, y se nota en sus escoltas, camionetas negocios, trajes, etc; por último, está el migrante latino, foco de todas descargas xenofóbicas existentes.
Esta premisa deja expuesta esa falsa moral del venezolano, y con la que viaja al extranjero a vivir. Es completamente falso que @Juan_bimba es abiertamente educado, amable y generoso. El clasismo, es el elemento despectivo más frecuente y pesado en Venezuela, que sirve para aplastar al estrato más bajo, creando así presiones en ambos sentidos y drenando en un resentimiento social generalizado. Entonces ¿cómo espera el venezolano ser recibido en otros países? Y esta pregunta es difícil, porque migrar no es turistear, y esa vieja época de “está barato, dame 2” se acabó porque simplemente fue completamente irreal y mucho menos esas naciones nos deben favores por haber sido un país abierto -políticamente- al extranjero. El @Juan_bimba no puede seguir viviendo de espejismos. Hay que afrontar nuestra naturaleza, nuestras verdades, nuestras incomodidades y nuestra imperfección. Aprendamos de esta situación, porque a diferencia de muchos países, @Juan_Bimba está incursionando en este tema de «irse del país»
Por otra parte, gracias a esas olas migratorias puntuales hacía Venezuela muchos venezolanos gozan de pasaportes y doble nacionalidad que hoy es un oportuno beneficio. Pasaportes que hoy se están usando para salir de Venezuela, sin distingo de esos comentarios negativos hacía otras ciudadanías. Dejando claro que no todos los venezolanos tienen doble nacionalidad, son xenofóbicos, son clasistas, son migrantes, ni ególatras. Pero también aclarando que tenemos nuestra cuota de responsabilidad por la actual situación de Venezuela y sus políticas buhoneras en todas las áreas.
«Chivo que se regresa se esnuca»
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