«Si no trabajo no como»

Esta frase es característica del venezolano usada para evadir el tema político del país. Y aunque siempre ha sido así -si no trabajo no como- hoy esta fórmula no aplica en el paraíso socialista del siglo XXI, que no es más que una NeoDictadura retrograda.

Si bien es cierto que el trabajo dignifica, también es cierto que el salario diario mínimo en Venezuela alcanza para comprar un huevo. Sí, estimado un huevo. Hay trabajadores que yendo a su trabajo gastan más dinero de lo que ganan. Sí, una triste realidad. Entonces, las condiciones revolucionarias son perfectas para que el ciudadano deje su trabajo, estas mismas condiciones políticas son perfectas para que cientos de empresas en el país cierren sus operaciones. Lo que deja un escenario oscuro de desempleo, de no inversión, de desidia que contribuye como un eslabón medular a una sociedad repleta de delincuentes, estafadores, gestores y vagos. Como bien lo dejó claro Chávez; el hombre nuevo.

Solo espero que esos ciudadanos cortoplacistas hoy puedan llenar los carritos de mercado como lo hacían en aquella cuarta y malévola república. Espero que estos mismos sujetos (que para desgracia son millones) no hayan bajado 40 kilogramos, que no estén amarillos ni remendados. Espero que ese refrán sea eliminado de nuestro imaginario colectivo aludiendo a un aprendizaje social y política como elementos vertebrales de nuestra sociedad. Pero eso es solo una esperanza, porque la realidad es que Venezuela es un referente regional y mundial de cómo se arruina un país, sus ciudadanos, décadas, sueños y vidas. En pocas palabras, la Revolución aniquiló al venezolano, humilló sus vidas

«Si no trabajo no como»

2 Comentarios Agrega el tuyo

    1. Muchas gracias estimado. Lamentable realidad venezolana

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